jueves, 12 de enero de 2012

Re Soluciones

Plan B: Aclaración

No quedó claro en mi columna de la semana pasada que mi propuesta de instaurar un IVA que arrancara en un 14% y por ley fuera bajando año con año (digamos un 2% o un 3%) hasta llegar a un 4% o un 5% se refería a los bienes y servicios que hoy no están gravados con el impuesto de ventas.

Es decir, propongo que el IVA arranque con el 14% y baje un 2% o un 3% por año hasta llegar al 4% o el 5% para los bienes y servicios que hoy no están gravados con el impuesto de ventas; propongo que los bienes que están gravados con el impuesto de ventas se mantengan igualmente gravados con el 13%.

Mi propuesta busca salir de la urgencia y del impasse en el que nos encontramos comprometiendo al gobierno para que elimine la gastadera y la evasión.

Para exigir responsabilidad, el Gobierno debe responsabilizarse también.

Pedro Muñoz
pedro.munoz@liberia.co.cr
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http://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=5322879

jueves, 5 de enero de 2012

Re Soluciones

Plan B

Como ya he dicho aquí, Costa Rica sí necesita una reforma fiscal, pero no esta que nos impuso el acuerdo Solís-Chinchilla (http://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=52734).

Propongo un IVA que arranque en un 14% y por ley vaya bajando año con año (digamos un 2% o un 3%) año hasta llegar a un 4% o un 5%. Esto proveería los urgentes fondos que requiere el Gobierno pero, al no ser los fondos vitalicios sino temporales, el Gobierno se tendría que responsabilizar a tomar las medidas necesarias para bajar la gastadera, mejorar el control de la efectividad de sus programas y bajar la evasión.

Hasta el momento, el Gobierno ha ignorado el clamor popular y no ha querido transigir sobre estos puntos.

Doña Laura, usted tiene la palabra.

Pedro Muñoz
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http://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=5322690

jueves, 29 de diciembre de 2011

Re Soluciones

Mayor responsabilidad, mayor cooperación

Para tener una sociedad cooperadora, Costa Rica necesita un sistema nacional que estimule y exija la responsabilidad de todos.

Los costarricenses percibimos que quienes colaboran no son premiados por el sistema y quienes lo abusan o lo violan no son denunciados ni responsabilizados. La irresponsabilidad desincentiva el comportamiento armónico y cooperador en sociedad. Por eso es que los costarricenses percibimos que las oportunidades no están bien distribuidas y que a cada uno de nosotros nos toca la peor parte, bailar con la más fea.

Si percibiéramos que los esfuerzos bien intencionados son reconocidos y los abusos reprimidos, tendríamos mayores incentivos para cooperar y menores para abusar.
La mano dura por sí sola, sin embargo, no es garantía de efectividad. El rescate de casos de éxito, el reconocer honores a quienes honores se merecen, la individualización y resalte de quien ha cumplido con su deber de manera especial o extraordinaria, son indispensables para romper ciclos viciosos que anulan la voluntad cual hoyos negros de la conducta social. Costa Rica se encuentra sumida en una vorágine de ciclos viciosos; para salir de ella, es necesario resaltar las muchas cosas que se hacen bien en Costa Rica, con recetas propias, iniciativas auténticas y autóctonas, llenas de intenciones legítimas, acciones íntegras, personas muy capaces y resultados indiscutibles.


Pedro Muñoz
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viernes, 23 de diciembre de 2011

Re Soluciones

Cooperemos para avanzar

En la columna pasada decía que los ticos somos poco cooperadores y para demostrarlo di una larga, triste y cierta lista de ejemplos (http://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=5322227).

La falta de cooperación hace que el país pierda ventaja comparativa. La ventaja comparativa no es una constante, es solo una función de los factores de producción (tierra, trabajo y capital), incluso cuando a estos les sumemos tecnología. La ventaja comparativa es variable porque en ella también influyen la inteligencia y el conocimiento; entendidos estos como la actividad intelectual que le permite al ser humano atar cabos, organizarse, cambiar sí, cambiar, no tropezar dos veces con la misma piedra, para no destruirse, ni autodestruirse. Es decir, existe una suerte de inteligencia emocional social que, agregada a los factores de producción, produce ventajas comparativas que permiten la evolución. La inteligencia emocional, a diferencia de la inteligencia pura o IQ, se desarrolla, se educa, se alimenta, no simplemente se hereda.

Vamos para adelante, vamos para atrás, o estamos parados. Pero también hay que saber que si otros van para adelante y nosotros estamos parados, en realidad vamos para atrás. Este es el problema con la falta de cooperación que vivimos en Costa Rica: no solo nos quedamos parados (muchas veces sin conciencia de ello), sino que vamos para atrás, o peor, a ninguna parte.

¿Cómo rompemos este ciclo? – Este será el tema de mis siguientes columnas.


Pedro Muñoz
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jueves, 15 de diciembre de 2011

Re Soluciones

Consecuencias de la falta de confianza

En mis dos columnas anteriores expuse que los costarricenses no confiábamos en los demás y el por qué de esta situación.
Hoy propongo que esta falta de confianza nos hace sentir legitimados e incluso obligados a no dejarnos, a no aguantar, y a tomar medidas unilaterales, muchas veces subrepticiamente, de “a callado”, pocas veces de frente, para protegernos frente a nuestras contrapartes en esas relaciones. La falta de confianza nos hace poco cooperadores.

Manejamos borrachos; nos apropiamos las cosas que quedan mal puestas (impensable sería una venta de periódicos o de pasteles en la que uno pague el monto unitario y se lleve lo que corresponde sin la intermediación de un vendedor; o dejar una bicicleta en la calle sin candado); no denunciamos actos denunciables (sean o no sean delito) y, lo que es más, consideramos que quienes sí los denuncian son unos sapos; somos impuntuales; menos del 10% de las aguas negras discurre por acueductos sanitarios; más del 65% de las madres adolescentes no deseaba su embarazo; nuestras comunidades están inundadas de basura y la gran mayoría no cuenta con relleno sanitario; dudamos de las intenciones de quienes aspiran a cargos que den notoriedad o poder; no participamos en actividades comunitarias; no mantenemos nuestra derecha cuando manejamos; no botamos la basura al basurero, la botamos en la calle y, cuando la botamos en el basurero, no la reciclamos; los que tenemos carro nunca o casi nunca usamos el transporte público aunque sea más eficiente hacerlo pues no estamos conscientes de la importancia de hacerlo; los hombres no subimos la tapa del inodoro y luego no la bajamos cuando terminamos de utilizarlo; nos robamos el papel higiénico de los servicios sanitarios de las instituciones públicas; los servicios sanitarios de los centros de educación no tienen luz, puertas o jabón; no tenemos servicios sanitarios públicos en parques y otros lugares públicos.
¿Me equivoco?

Pedro Muñoz
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jueves, 8 de diciembre de 2011

Re Soluciones

¿Por qué desconfiamos?

Decía la semana pasada que los costarricenses debemos recuperar la confianza en los demás. Hoy me refiero a las razones de nuestra desconfianza.

Los costarricenses consideramos, en general, que los bueyes no jalan parejo. Nosotros somos uno de los bueyes y la carreta lleva nuestras vidas adentro. Como nuestras vidas van montadas en la carreta, sentimos que nuestra voluntad y esfuerzo no controlan el resultado de nuestras acciones porque los bueyes no jalan parejo; al final, condiciones externas, que no dependen de la voluntad libre de cada cual, son las que determinan hacia donde vamos verdaderamente y a donde vamos a parar.

Sentimos que en la red de obligaciones y compromisos, cada uno de nosotros y de nuestros iguales, llevamos la de perder. Sentimos que el sistema sancionatorio es permisivo y débil, tanto para quienes consideramos nos llevan ventaja como para quienes no sentimos legitimados para igualar la situación mediante esas medidas unilaterales. Sentimos que eso nos legitima e incluso nos obliga a no dejarnos, a no aguantar, y a tomar medidas unilaterales para protegernos.

La próxima semana me referiré a las consecuencias de esta situación.

Pedro Muñoz
pedro.munoz@liberia.co.cr

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jueves, 1 de diciembre de 2011

Re Soluciones

Recuperemos la confianza

Los costarricenses debemos recuperar la confianza en los demás. Esta es la tarea más importante que tenemos pendiente. Todo proyecto político y toda planificación de futuro dependen de lo que podamos hacer.

Para recuperar la confianza, debemos trabajar todos, el Gobierno incluido, en estimular y exigir la responsabilidad. La medición de los efectos de nuestras acciones es indispensable para ver si estamos cumpliendo con nuestras responsabilidades.

La responsabilidad implica estimular el ahorro y evitar el desperdicio, e incentivar la cooperación familiar, comunal y laboral, la disciplina social, la inteligencia emocional, la creatividad, la salud mental y física, el orgullo propio y la ética. Sobre estos temas ahondaré.

Pedro Muñoz
pedro.munoz@liberia.co.cr
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